Un pasaje que prepara a la iglesia para los tiempos de tribulación que han de venir sobre el mundo, una preciosa adoración que reconoce a Dios como la única porción y esperanza del alma aún en las angustias más ondas y las pruebas más difíciles.
LETRA
/ Mis huidas tú has contado;
Pon mis lágrimas en tu redoma;
¿No están ellas en tu libro?
Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare;
///Esto sé, que tú eres mi Dios/// /
/Esto sé, que tú eres mi Dios
No temeré
Esto sé, que tú eres mi Dios
¿Qué puede hacerme el hombre? /
Sobre mí, oh Dios, están tus votos;
Te tributaré alabanzas.
Porque has librado mi alma de la muerte,
Y mis pies de caída,
Para que ande delante de Dios
/En la luz de los que viven/
/En el día que yo temo,
En ti confío/
///////// /Esto sé/, que tú eres mi Dios/////////
/No temeré
¿Qué puede hacerme el hombre?/
/////En Yahvé su Palabra alabaré /////
Colosenses 3:16: La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. (RV 1960)