Una promesa de salvación y recompensa por las justicias de los buenos. Eso es el Salmo uno. Su esencia se refiere a un varón: Jesucristo, que no participó de pecado, no convino con los malos hacer iniquidad, sino que se guardó y recibió de Dios su premio eterno. Por otro lado, presenta la recompensa de los malos, ser destruidos y perecer para siempre.
LETRA
/Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado/;
/Sino que en la ley del Señor está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae./
///Y todo lo que hace, prosperará//
/Al varón que no anduvo en consejo de malos//
//No así los malos,
Que son como el tamo/ que arrebata el viento.
//Por tanto, no se levantarán /los malos/ en el juicio,
-Serán- Ni los pecadores -contados- //en la congregación/ de los justos/////
Porque Dios conoce el camino de los justos;
/Mas la senda de los malos ///perecerá////