Dios desde el cielo ve y oye todo cuanto acontece en la tierra, pero con especial cuidado atiende a los dichos y pensamientos de su pueblo. Por eso el salmista ruega en este caso con una dulce y emotiva melodía ser grato delante del Señor, reconociendo a Yawhé como su Roca y Redentor.
LETRA
/ /Que los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón sean gratos ante de ti,
Sean gratos delante de ti/
///Oh Yahvé/, Roca mía//, Redentor mío /
/Sean gratos/ los dichos de mi boca
Y la meditación de mi corazón
Delante de ti, oh, Señor
Delante de ti, mi Señor
Delante de ti
///Oh Yahvé/, Roca mía//, Redentor mío /
Que los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón sean gratos ante de ti,
Sean gratos delante de ti.
Colosenses 3:16: La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. (RV 1960)